Contenedores en línea al mejor precio.
Cuanto más contenedores compre, ¡mayor será el descuento!
Hace aproximadamente 65 años, los puertos marítimos a menudo albergaban millares de barcos que quedaban anclados durante largos periodos. A veces, tomaba una semana descargar y cargar un buque, y el remolino de barcos en el muelle era no solo ineficiente, sino que causaba retrasos.
Eso irritaba tanto al empresario estadounidense Malcolm McLean que ideó una caja de acero que revolucionaría el proceso tradicional de carga y descarga en general de la época. Entonces, McLean se convirtió en el padre del proceso de carga y transporte de los contenedores y fue el responsable directo de un crecimiento sin precedentes en el comercio mundial.
Cuesta trabajo imaginarlo ahora, pero, incluso ya en los años 60, la carga y descarga de buques aún se llevaba a cabo manualmente. Los camiones hacían fila en el embarcadero y la carga se colocaba primero en el embarcadero, de donde era recogida por estibadores y almacenada en la bodega del barco. A menudo se escuchaba por ahí: "Sin un buen estibador, el barco podría hundirse". Descargar y cargar los buques era una labor pesada y trabajosa no exenta de peligros.
Cómo un camionero cambió drásticamente el comercio mundial
Desde luego, todo este trabajo llevaba mucho tiempo. De hecho, fue el camionero Malcolm McLean (14 de noviembre, 1913 – 25 de mayo, 2001) quien ideó una solución muy sencilla: cargar todas las piezas sueltas en una caja de acero, subirla a un barco y listo.
Tal idea se le ocurrió justo antes del Día de Gracias de 1937. Llevaba horas formado esperando que su camión fuera cargado con balas de algodón que serían descargadas más tarde en un muelle de Nueva Jersey. Al final, le tomó casi 20 años llevar a cabo sus planes pero, durante ese tiempo, su empresa, McLean Trucking Company, se convirtió en una de las empresas más grandes de transporte terrestre en los Estados Unidos.
Incluso a pesar de que vendió su empresa antes de que esta empezara a cotizar en la bolsa el 6 de enero de 1958, McLean no había abandonado la idea de transportar carga en cajas. McLean usó ese dinero para comprar la Pan-Atlantic Steamship Company en 1955, antes de rebautizarla como Sea-Land Service en 1960. Sea-Land (SeaLand), la primera empresa naviera de contenedores del mundo, ahora forma parte de Maersk.
El 23 de abril de 1956 empezó a cargarse el Ideal X, un buque cisterna reacondicionado por McLean. Con ayuda de una grúa, 58 "cajas de camión" -tráileres- de aluminio fueron subidas al barco que navegó entre Newark y Houston. Por cierto, la historia cuenta que unos meses antes, la Clifford J. Rogers ya estaba transportando contenedores, no el Ideal X de Malcom McLean.
Sin embargo, también resultó ser demasiado laborioso elevar un tráiler completo y subirlo a bordo. El coloso ocupaba demasiado espacio.
La invención del contenedor
Junto con el ingeniero e inventor Keith Tantlinger, McLean diseñó lo que ahora es el contenedor estándar. Tantlinger ideó los bloques de esquina, que facilitaron la elevación del contenedor y, para asegurarlo, diseñó el mecanismo de trabas giratorias (twistlocks). De esa manera, podían apilarse unos encima de otros como bloques de Lego.
Pero el inventor hizo todavía más, al convertirlo en el estándar mundial. Tantlinger se las arregló para convencer a McLean de poner el diseño patentado disponible para la Organización Internacional de Normalización de manera gratuita, impulsando así un importante crecimiento en la industria. Gracias a este diseño, se materializó la normalización internacional de los contenedores.
El primer buque solo para contenedores de Sea-Land fue el Gateway City, que emprendió su viaje inaugural el 4 de octubre de 1957 para transportar 226 contenedores totalmente cargados. El buque portacontenedores contaba con sus propias grúas pórtico a bordo para cargarlos y descargarlos. A finales de la década de los 60, la empresa naviera de contenedores contaba con sus 27,000 contenedores y 36 buque portacontenedores propios, y prestaba servicios en alrededor de 30 puertos, incluido el de Róterdam.
Sin embargo, la fuerza del contenedor no puede ser independiente de una infraestructura en logística que debe ajustarse a sus requisitos estándares: buques portacontenedores, grúas en el muelle, trenes con adaptaciones especiales, tráileres, buques de navegación interior y tecnología de la información y la comunicación.